martes, 9 de noviembre de 2010

TRAVESÍA AMAZÓNICA!! Mi primera Vez!!


Después de planificar por varios días lo que sería un maravilloso viaje, al fin llegó el momento esperado. Se aproximaba un largo feriado de una semana, donde pretendíamos conocer y visitar parte de la Amazonia Ecuatoriana. Adrián, Christian, Elizabeth, Janna, Katherine y yo estábamos totalmente listos para la travesía.

Antes de iniciar nuestra viaje, celebramos juntos el cumpleaños de una de nuestras amigas más especiales, Elizabeth. Disfrutamos de una noche amena, llena de disfraces y mucho baile; después de esto emprendimos nuestro camino hacía el terminal donde tomaríamos el bus a lo que sería nuestra primera parada, Baños de Agua Santa.

Este poblado ubicado en las faldas del volcán Tungurahua (5016 msnm), se ha convertido ya por reiteradas ocasiones en un lugar muy concurrido por nosotros; y es que gracias a sus hermosos paisajes, agradable clima y excelente farra que nos brinda siempre, simplemente no podemos dejar de visitarlo. Desde el primer momento en que llegamos, Baños nos recibió con una brisa fresca y alentadora, induciéndonos a disfrutar de su inigualable cultura y belleza.

Lo primero que visitamos aquí fue "La Casa del árbol" un lugar ubicado en un inexplicable sitio en medio de la montaña, lo cual nos daba una vista muy cercana y extraordinaria del volcán Tungurahua. Este lugar es realmente hermoso y relajado, aquí jugamos todo el tiempo, conversamos y tomamos muchas fotos, fue uno de los mejores momentos y eso que recién iniciábamos el viaje.

Al día siguiente como por arte de magia nuestro grupo creció, éramos ahora 12, pues habían llegado Evy, Geovanny, Pedro, Tatiana y su hermano (amigos de Evy), Rachel y Daniell. Ese día nos destinamos a alquilar bicicletas y recorrer la ruta de las cascadas que es un trayecto de 22km aproximadamente; el día estuvo perfecto, nublado con un ambiente fresco, que nos permitió realizar toda la ruta sin problemas, aunque al final algunos decidimos no descender hasta la última cascada "El Pailón del Diablo" pues ya la mayoría la habíamos conocido antes.
En la noche, sin importarnos el cansancio y como es de costumbre nos preparamos para la farra, la cual fue perfecta, llena de mucha música y buenos amigos, no podría ser de otra forma, pues era nuestra última noche en este mágico pueblo.

El viaje debía continuar y después de este fin de semana sin restricciones, nuestra sed de aventura había crecido aun mas. Nuestro siguiente destino fue Puyo; ahí visitamos el "Paseo de los Monos", un centro ecológico de rescate de animales silvestres, especialmente de monos; aunque es cierto que la función de este lugar es brindar el mayor cuidado a estas criaturas, las condiciones en que las tienen no son las mejores, existe mucha insalubridad en el sitio. Sin embargo, los monos y demás animales que se encuentran ahí no dejan de ser adorables y cariñosos con todas las personas que los visitan diariamente. En Puyo nos deleitamos también con los platos típicos de la Amazonia y probamos el famoso "Maito" que es un pescado asado envuelto en hojas de plátano.

Caída la noche, nos dirigimos a Puerto Misahuallí, un pequeño poblado ubicado en la zona central de la Amazonia Ecuatoriana, donde el sol emerge desde el horizonte que une a los ríos Misahuallí y Napo, donde sólo su imponente paisaje envuelto en sonidos de animales y aguas turbulentas logra conmover el alma. Su imponenteplaya de agua dulce y arena blanca, nos cautivó y nos sedujo de inmediato a sumergirnos y disfrutar de sus cálidas aguas. Este poblado esta lleno de lindos monos que juegan contigo a cada paso que das, además de los montones de animales exóticos que encontramos, como arañas, insectos y hasta serpientes; También tuvimos la oportunidad de visitar las Cascadas de Latas, introduciéndonos como expedicionarios por senderos llenos de barro en medio de la selva para llegar hasta ellas. Esto fue realmente una aventura inolvidable que amplio nuestra visión, al menos particularmente en lo que respecta a las diferentes culturas que existen es nuestro país.

En todo caso, aunque creí que todo había terminado, después de visitar parte de la Amazonia, me dirigí hasta Esmeraldas, atravezando por casi 13 horas, Selva, Los Andes y La Costa, para terminar el feriado junto a mi familia. Con mis primas visitamos algunas playas y disfrutamos el Sol espectacular que siempre nos brinda la costa norte de Ecuador.