martes, 28 de enero de 2014

Una noche bajo las estrellas


A escasos once días de haber iniciado el nuevo año, Couch Surfing Guayaquil vuelve a encender los motores. Esta vez con una expedicionaria aventura en cierta parte de los Andes ecuatorianos, donde el frío apremió, pasando desapercibido, gracias a la intangible belleza humana y física que reinó en este viaje.


La aventura inició después de una publicación hecha en el foro del grupo por un "couch surfer", quien luego cedió la potestad a los demás para recrear la actividad. La acogida fue tal, que después una rápida organización, partieron alrededor de 12 "surfers" guayaquileños, hacía la provincia de Chimborazo, donde se juntaron otros dos más, entre ellos el anfitrión Víctor, quien amablemente les dio la bienvenida. 






Dentro del itinerario logístico, lo primordial era formar un ambiente de camaradería y compañerismo, iniciando así con una esperanzadora fogata que a más de crear el escenario perfecto de campamento, brindaba algo de calidez a los asistentes y servía como cocina para los malvaviscos, chorizos cuencanos y choclos, que eran parte del menú de la noche, además de la infaltable biela (cerveza) y el típico Zhumir (bebida que se disfruta más en el frío). 




"Ver las estrellas, tomarnos fotos, bromearnos fueron parte del ritual que sólo llegaría a su fin cerca de las 5am cuando el último par sobrevivientes fueron a dormir", comentó Gustavo, moredador del grupo Guayaquil, y principal asistente de esta actividad.



Para el día siguiente se programó realizar un trekking hacía la famosa "Nariz del Diablo", ubicada a 20 kms de donde estaba asentado el campamento CS, así que solamente la fuerza de voluntad y el amor por la aventura, fueron los principales nutrientes que brindaron la energía y el aire necesario para llegar hasta la meta. 







Fue un fin de semana donde se mezcló la apacigüe tranquilidad de la naturaleza, con su parte rigurosa. Y aunque lamentablemente no pude asistir, no dejé de disfrutar ni un solo minuto leyendo cada una de las líneas donde me contaban la experiencia.