lunes, 12 de julio de 2010

CS Rockeando en Guayaquil







Estamos inmersos en un mundo donde puedes encontrar un millón de culturas musicales diferentes, por exagerar, pero sin duda hay una cuyo poder universal es tan grande, que aumenta, crea, modifica, cada vez mas centenares de fans, pues es inevitable no disfrutar del buen rock de vez en cuando.

Es por eso que esta vez Couch Surfing Guayaquil, se adentró en una nueva aventura.

Durante los últimos tres días de la semana pasada, se presentó en Guayaquil un
evento significativo, catalogado como la Semana del Rock, que había sido organizado por segundo año consecutivo en la ciudad. Generalmente este es un género musical que siempre ha tenido más acogida en la juventud de las ciudades de la sierra; sin embargo, con este espectáculo que ahora se está realizando cada año en Guayaquil, se quiere demostrar lo contrario, y probar que es un género que está creciendo aceleradamente en el país y que también existen muchísimos fanáticos en la costa. El objetivo fue cumplido, hubo una asistencia masiva de adolescentes, jóvenes, adultos, amantes del buen rock.

Dentro de nuestra comunidad hay un personaje, que poco a poco ha logrado integrarse en el grupo de manera favorable, su nombre es Katherine. Ella es una de las grandes admiradoras del rock ecuatoriano, en especial del cantante Luis Rueda, y fue la misma quien nos hizo la invitación al programa rockero, para apoyar a este que es su artista preferido. Como somos amantes de probar experiencias nuevas y enriquecedoras, no lo pensamos dos veces y aceptamos la invitación para el encuentro.
Luis Rueda, se presentaba el viernes 2 de Julio, el penúltimo día de la semana del rock alrededor de las 21:00 pm. Así que decidimos encontrarnos en el lugar del evento, la Plaza de Artes del Centro Cívico de Guayaquil a las 19:30 pm. Llegamos casi puntual; al lugar asistimos un gran número de miembros, entre ellos: Andrea, Janna, Elizabeth, Ruben, Steven, Katherine, Katiuska, Julia (ALEMANIA), Christian (Quito), y Juan Carlos, quien les habla.

Es impresionante observar en un solo lugar, tantas personas vestidas de negro, luciendo su propio uniforme, demostrando lo que son y lo que aman y emitiendo un tipo de energía única, desbordante y que contagia al mínimo momento, es algo que solo este ritmo musical posee. Agitar la cabeza, golpearse entre sí, y mostrar las manos en señal de cachos, como vulgarmente decimos, son características importantes que no puedes dejar de hacer en un concierto de rock, para manifestar que eres un verdadero admirador.

Muchas personas piensan que el rock es transmisor de cosas negativas, como alcohol, drogas, sexo, etc, sin embargo; lo interesante de la noche, fue cuando uno de los cantantes de un grupo cuyo nombre no recuerdo, dio un mensaje muy significativo, aduciendo que todos esos estereotipos que se les han impuesto, no son ciertos, y que las personas son independientes de sus aptos, “quien quiere dañarse, lo hace solo” fue la frase que pronuncio al final, en medio de gritos y aplausos de los asistentes.
Logramos pasar un momento extraordinario, escuchando y aprendiendo un poco mas de esta cultura musical. Gritamos, saltamos, cantamos lo poco que podíamos entender, pero aun así la experiencia fue sorprendente y positiva. Seguro el próximo año estaremos ahí nuevamente.

Luego del concierto, ya sin voz, nos dirigimos a Las Peñas, a comer, tomar algo, y recuperar energías. Después de un rato de estar allá, se nos unieron Diana, Javi, Arturo, Vane y Susana (ESPAÑA) y Julie (CANADA), quienes habían estado viajando gran parte de la tarde desde otras ciudades del país, para dirigirse al siguiente día a la playa de Montañita.

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