domingo, 30 de diciembre de 2012

RECORDANDO EL PASADO!


Regresar al lugar donde naciste por vacaciones, implica muchas responsabilidades. Además de disfrutar de el tiempo con la familia, siempre es importante frecuentar a aquellas personas que crecieron contigo y con las cuales viviste grandes aventuras en los tiempos de adolescencia. 

Después de casi 6 años de haber terminado el colegio, recién me di la oportunidad de analizar mi trayectoria escolar, que hasta el día de ayer pensé que había sido de lo más tranquila. Quizás el tiempo, los nuevos amigos, responsabilidades y alguna que otra circunstancia, ocultaron de mi memoria momentos que en su época fueron los mejores. 

Sin embargo, agradezco a la vida la oportunidad que me ha dado de poder continuar con la tradición de reencontrar a algunos de los que fueron mis ex-compañeros y revivir todas aquellas experiencias que por un momento quedaron el olvido. No hay mejor sensación que reírte de ti mismo y darte cuenta cuanto has cambiado, no solo físicamente, sino en tu carácter, actitud, sentimientos, etc.

Cada año que nos reunimos, además de compartir una excelente velada, siempre tratamos de planear el encuentro del siguiente año, sin embargo, nunca sucede y terminamos haciendo todo lo contrario. Este 2012 no fue la excepción y al igual que las anteriores, nuestra improvisada reunión terminó siendo simplemente espectacular. 

Nos encontramos en el mismo lugar de siempre, la popular heladería de "Cabecitas", una de nuestras mas fieles organizadoras en años anteriores, no obstante este nos falló; pues resulta que desde temprano había empezado a tomar con su hermano, cosa que al llegar la hora de reunirnos, ya había partido al más allá literalmente hablando, estaba pluta.

Aun así no perdimos la costumbre y con la popular frase "somos los que estamos, y estamos los que somos" arrancamos hacía lo que sería una noche llena de sorpresas. Asistimos pocos, pero siempre con gran entusiasmo como cada año. Yimabel, Ana Laura, Lissete, Jessica, Hector, Raul, y este año se nos unieron dos compañeras que no habían podido venir anteriormente, Michelle y Melanie, además de su servidor.

Nuestra cena fue de lo más común, una mega salchipapa en el concurrido parque de Las Palmas (zona bohemia de la ciudad). Lo más gracioso era lo elegantes que estaban algunas compañeras degustando sus papas. Luego de comer, por consiguiente nos dirigimos hacia el antro de "moda" del momento, que para coincidencia había vuelto a ser llamado KAPITAL BAR; Esta era la misma discoteca que estaba en todo su apogeo cuando yo era un estudiante y al cual asistían todas las personas jóvenes y universitarios, luego de esto mantuvo otros nombres por mucho tiempo, pero ahora había vuelto a sus inicios como esperando nuestra llegada adulta; así que este fue otro de los momentos en el que tuve que aceptar que había crecido. 



Bailamos hasta más no poder, encontré mucha gente conocida que no había visto hace mucho, incluso hasta amigas guayaquileñas que habían venido a disfrutar de mi tierra verde por el fin de año. Luego de esto como es de costumbre fuimos al after party en casa de Jessica, quien siempre nos brinda el espacio para descansar y conversar sobre todo lo vivido. Compramos algunas bebidas y dejamos que la noche haga lo suyo.

Creo que este fue uno de los momentos más especiales y emotivos, pues al fin pudimos burlarnos y desquitarnos de todos aquellos profesores que alguna vez nos alegraron e hicieron la vida imposible al mismo tiempo, no se escapó ninguno. Así como también recordamos a todos aquellos ex compañeros que no pudieron asistir, pero que de una u otra manera estuvieron presente en nuestros pensamientos.

Sin lugar a dudas, la época colegial es una de las más especiales para cada uno de nosotros. En los pasillos y aulas se viven cosas que nunca más podrás recuperar, ni siquiera en la universidad. El colegio siempre es testigo de nuestra primera ilusión, nuestra primera farra, nuestra primera borrachera (algo que no pasó en mi por ser tan impopular), nuestra primera pelea a golpes, nuestra primera graduación, nuestro primer título, nuestro más grande recuerdo. 

Gracias a todos y cada uno de los que hicieron especial este momento. Durante tres años, logramos conocernos y llegar a querernos como hermanos a pesar de todas las circunstancias vividas y es ahora, luego de tanto tiempo cuando llegamos a valorar con añoranza todas las aventuras de nuestra infancia.






No hay comentarios:

Publicar un comentario